La gente no lee.
Puede que sea una de nuestras falacias favoritas del S. XX y parte del XXI.
Estamos de acuerdo en que la gente lee poco, o cada vez menos, pero un texto elaborado, trabajado, con gracia y creativo tiene muchas más posibilidades de calar y llegar al público que uno mal escrito, repleto de clichés y con alguna que otra falta de ortografía.
Resumen: la gente lee cuando le interesa lo que ve.
Desde Refineria os aseguramos que buenos copies en vuestro proyecto de marketing digital pueden aportar muchísimo valor a vuestra estrategia.
En muchas ocasiones ponemos la mayoría de nuestros esfuerzos en utilizar correctamente las herramientas que tenemos a nuestra disposición para llegar a nuestros potenciales clientes: redes sociales, email marketing, publicidad en Google o el posicionamiento orgánico en Google, pero descuidamos nuestra estrategia de copywriting. Lo que, para nosotros, es un gran error.
Os lo explicamos.
Coincidiréis con nosotros cuando decimos que la puerta de entrada a una empresa o a una marca, en muchas ocasiones, reside en sus textos: la web, reseñas sobre la marca, fichas de producto, posts en un blog o un simple mail de bienvenida.
De ahí la importancia del buen copy y del incalculable poder de la palabra en el proceso de decisión de compra de nuestro potencial cliente.
Escribir bien no es fácil y sabemos que el miedo al folio en blanco pueda atenazaros. Dar forma a las ideas que tenéis en la cabeza no es fácil, pero en Refineria os echamos una mano.
La estrategia de contenidos que vais a desarrollar tiene que estar muy ligada al branding de vuestra propia empresa. Cada uno de los textos, desde el más corto y sencillo hasta el más complejo, deben hablar de vosotros. De quiénes sois y, sobre todo, de cómo sois.
Es decir, es muy importante tener bien definida la imagen de marca para después poder comunicarlo de manera eficiente.
Una vez que tengamos definidos todos estos aspectos, nos pondremos en marcha con nuestra estrategia de contenidos para llegar a nuestro cliente potencial de forma exitosa.
Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta es que cuando una persona se encuentra ante una comunicación publicitaria tiende a ponerse a la defensiva. A nadie le gusta sentir que le están vendiendo algo de manera descarada. Por lo que el copywriting tiene la obligación de derribar esa muralla defensiva. ¿Cómo? Pues con creatividad, textos más interesantes y conceptos más potentes.
La principal característica de un texto persuasivo es que transmite los beneficios de tu producto o servicio con el tono adecuado y tiene el objetivo de convencer al receptor del mensaje para que realice una acción en concreto, que puede ser, rellenar un formulario, darle like a tu publicación, dejar un comentario en tu blog o comprar.
Cuatro consejos que podéis seguir para conseguirlo:
- Transforma características de tu producto o servicio en beneficios haciéndote las preguntas adecuadas.
- Analiza cuáles son las prioridades de tus clientes: es importantísimo conocer a tu cliente para poder llegar y conectar con él. Ponte en su piel y háblale directamente, de tú a tú y en su mismo idioma.
- Formula tu beneficio incorporando los valores de tu marca.
- Aporta motivos para que tu público objetivo crea lo que dices: demuestra tus argumentos y aporta datos o testimonios.
Una vez que tengamos esa parte clara, es momento de abordar la escritura. Aquí os dejamos unos cuantos aspectos que deberéis tener en cuenta:
1. Adaptad los mensajes al canal: hay que conocer muy bien los canales que utilizamos para llegar a nuestros clientes y conocer qué idioma se utiliza en cada uno de ellos. No es lo mismo escribir textos para la web, que escribir un email, que redactar para redes.
2. Cuidad la ortografía y la gramática. Parece una obviedad, pero lamentablemente no lo es. No tiréis por tierra todo el esfuerzo invertido creando una estrategia a base de faltas de ortografía o fallos gramaticales. Perdemos credibilidad y la confianza de quien nos lee. A veces fallamos en lo más elemental y es un error que hay que evitar a toda costa.
3. Escribid como habléis. Pónselo fácil a tus lectores y no impostes un estilo sólo por el mero hecho de comunicar escribiendo.
4. Si vuestro negocio es difícil de explicar, utilizad analogías. Referencias que sean cotidianas para tu cliente.
5. Aprovechad y trabajad a fondo las llamadas a la acción. Sal del ¡compra aquí! ¡visita nuestra web! Y suscríbete al canal.
6. Nunca asumáis que lo que hace la competencia es lo correcto. Vuestro reto es diferenciaros y mejorar su estrategia.
7. Dedicad a los contenidos el tiempo necesario y el protagonismo que merecen. No olvidéis que en muchos casos va a ser el recurso que conseguirá convencer a vuestro cliente potencial.
8. Think outside the box. Olvidad todos los lugares y expresiones comunes y sed originales. Hay muchas formas de expresar una idea, busca la tuya.
Y, si después de todos estos consejos aún no os atrevéis a lanzaros a la piscina, no os preocupéis, llamadnos y os ayudamos que aquí tenemos un equipo constantemente en remojo.
Podemos pensar juntos y escribir por ti.