Refineria apuesta por las ideas, el TDAH y el ajedrez

Hace muchos años que conocemos a Luis.

Nada más verle –a Luis, claro- te das cuenta de que es una de esas personas que tienen las cosas claras, muy claras. Una de esas personas que se marcan objetivos y no paran hasta conseguirlos, de esas personas que abren camino para que el resto les siga, de esas personas con las apetece involucrarse, por las que vale la pena apostar y con las que da gusto colaborar codo con codo.

Hace (muchos) años que colaboramos con él y puede que sea momento de contaros qué tiene entre manos, aunque sea para ver que hay gente con ideas, talento y muchas ganas.

Actualmente, tiene dos proyectos con nexo en común: el ajedrez.

El primero se llama Ajedrezytdah consiste en utilizar el ajedrez como herramienta para trabajar con el TDAH.

Son cursos específicos en los que no buscan formar a futuros Kasparovs ni Karpovs, ni mucho menos, sino mejorar las competencias relacionadas con el TDAH, es decir, la memoria, el cálculo, la toma de decisiones, cómo distribuir el tiempo y el comportamiento en general.

Uno nunca se pone manos a la obra en busca de premios o reconocimientos públicos pero si llegan, como llegó el Premio al Mejor Proyecto Emprendedor en el LONDON CHESS CONFERENCE, pues bienvenidos sean.

El siguiente proyecto que tienen entre manos –entre otros tantos- se llama Castle Project.

¿Que en qué consiste? Pues muy sencillo, luchan por introducir el ajedrez como asignatura obligatoria en las escuelas y que sean los propios docentes del centro quienes la impartan. El punto clave es destacar siempre el lado educativo y no tanto el lado competitivo.  

Otra buena noticia de esas que no se buscan pero se celebran, es que el proyecto está subvencionado íntegramente por la Unión Europea con su programa Erasmus +, habiendo sido merecedor del título a Mejor Proyecto Educativo en la convocatoria de Italia en 2014.

Desde Refineria llevamos muchos años colaborando con sus proyectos y esperamos que así sea durante muchos más. Eso querrá decir que esa cabeza inquieta llamada Luis, no ha cejado en su empeño.

¡Enhorabuena!